lunes, diciembre 04, 2006
es palabra de un señor
Felices los que pueden oír al Profeta. Felices aquellos que lo acompañan en místicos viajes de reflexión. Felices quienes corean sus canciones con janela. Felices quienes comparten con El Profeta una botella de vino (de buena cepa, no toma cualquier cosa eh). Felices aquellos a quienes El Profeta elige para compartir su sabiduría y sus siempre interesantes historias. Porque aunque a veces haya que cebarle mate a El Profeta siempre lo que uno recibe es mucho, pero mucho más. Roxana en el cielo!
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