Tres reyes que, además de hacer magia, seguían una estrella y que en lugar de llegar el 24 lo hacen casi 2 semanas después (qué era el pesebre? un tiempo compartido?). Camellos que comen pasto y galletitas y toman agua de un tupper en todas las casas del barrio. Un tipo vestido de rojo con renos y un trineo volador que no figura en ninguna de las escrituras. Millones de cartas con pedidos desesperados de juguetes que harían colapsar al más eficiente sistema de correos. Tensión y ruidos misteriosos que delatan la presencia de estos seres y que nunca ninguno de nosotros alcanzó a ver. Corporización espontánea de presentes al pie de los arbolitos de navidad envueltos en papel de regalo del negocio de la otra cuadra de tu casa (no era que Santa venía del Polo Norte?). En esto de la navidad hay muchas cosas que no me cierran (y eso que no me refiero a los parientes).
De todas maneras hay gente a la que le gusta que le mientan. Para todos ellos vaya entonces una feliz navidad. No discutan con sus cuñados, cuiden sus ojos de los corchazos y, como siempre, have fun.
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