Los supersticiosos lo atribuirán a la fecha. Los escépticos, a la lógica conclusión de un período de letargo vacacional. Los científicos, a una combinación de factores internos y ambientales. Los que me conocen, a la sucesión de bajamar y pleamar que caracteriza a mi estado anímico. Sea cual fuere la causa, hoy me levanté pilas. Tiemblen.
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