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Si yo fuera Groucho Marx bien podría decir en este momento: "He tenido una fantástica noche de año nuevo. No ha sido ésta, ciertamente." No es que haya sido mala sólo que me encontraba en otro día y en otro lugar y así es muy difícil celebrar. De todas maneras mi derrotero post brindis me ha permitido comprobar que las celebraciones siguen un patrón bastante similar pese a lo heterogéneo de los celebrantes, que algunas diferencias generacionales son insalvables y que los únicos privilegiados no son los niños sino los que tienen terraza. Así las cosas el único camino posible es hacia adelante. Prioridad 1: llegar al Cabo. Prioridad 2: llegar lo más entero posible. Prioridad 3: conseguirme una casa con terraza.

Queda inaugurada la temporada 2007 de este blog. Sean ustedes bienvenidos.