miércoles, agosto 09, 2006

el desafío de la blancura


Después de nueve largas jornadas en las que mi mente parecía un oso polar albino con la nariz enterrada en 10 kilos de cocaína de máxima pureza rodeado de 4 metros de nieve sin pisar mientras del cielo se desplomaba una copiosa lluvia de sal fina, harina 0000 y leche... finalmente apareció esa idea que estaba buscando. Si sigo así voy a terminar poniendo un kiosco. Me voy a dormir.

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