ya está bueno buenos aires

Con una rapidez de reflejos propia de un oriental jugando al juego ese en el que hay que bailar pero que no sé como se llama, el pro -con mauricio a la cabeza- se ha adjudicado la nevada capitalina con el objetivo de paliar la falta de pasajes aéreos hacia destinos invernales. Esta sería la primera de una serie de medidas para hacer de Buenos Aires una ciudad pro. Según trascendió, próximas medidas incluirían transformar las canchas de fútbol 5 en campos de polo 3, las plazas de barrio en cotos de caza menor y los kioscos en mini free shops llenos de toblerone gigantes para quienes no sepan qué regalar. Sabelo.

oh! surprise

La vida te da sorpresas, pero muchas más te da el clima. Sobre todo en esta ciudad. Luego de una seguidilla de burlas en la cara de los pronosticadores finalmente el clima se dignó a cumplir con su rol de invierno regalándonos con un ensayo de nevisca que, aunque incipiente, nos permite añorar paisajes propios de los países nórdicos.
Lejos están aún los días en que veamos un poma en las Barrancas de Belgrano pero por algo se empieza.

le fabuleux destin

"In this world nothing can be said to be certain, except death and taxes."
Además del pararrayos, las lentes bifocales y el cuentakilómetros, Benjamin Franklin inventó esta frase. Y aunque se rumorea que no fue él el primero en decirla, prefiero pensar que fue otra de sus invenciones el día que le llegó una carta de la AFIP (pero la de allá). Ojo también la puede haber dicho cuando vino a buscarlo la parca pero si fuera así no me sirve para lo que quiero decir así que vamos a suponer que fue como yo digo. Punto.

Lo que quería decir, especialmente para ustedes los jóvenes, es que uno va por la vida gritando alegremente a quien quiera oír que nada lo va a sacar del camino que marca su vocación, que uno se la banca, que no lo hace por dinero, que lo importante es lo de adentro y todas esas cosas. Pero lo que uno no se imagina es la cantidad de efectos colaterales que implica seguir la vocación... hasta que recibe la carta de la AFIP. Y ahí se replantea la existencia misma.

La verdad, tendría que haber puesto un kiosco. Sabelo.