Después de nueve largas jornadas en las que mi mente parecía un oso polar albino con la nariz enterrada en 10 kilos de cocaína de máxima pureza rodeado de 4 metros de nieve sin pisar mientras del cielo se desplomaba una copiosa lluvia de sal fina, harina 0000 y leche... finalmente apareció esa idea que estaba buscando. Si sigo así voy a terminar poniendo un kiosco. Me voy a dormir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario