miércoles, septiembre 28, 2005

vini vidi vici


Los oráculos (y sus seguidores) deberían cambiar el objeto de sus elucubraciones. A un lado las petroglíficas runas, los indecisos vaivenes del péndulo o los pretenciosos arabescos de las cartas de tarot. Dentro de una copa de vino es adonde tienen que dirigir sus miradas. Es ahí donde yacen los secretos más jugosos de la vida (y de las vides). Y cuanto más vacía esté la copa mayor será la fuerza con la que emergerán. Salud!

No hay comentarios.: