Al igual que el Santo Grial, las trufas blancas de Italia y las monedas de 50 centavos, la constancia es algo muy difícil de encontrar para la mayoría de los simples mortales.
No sucede lo mismo con los perros marxistas y los cerdos chauvinistas, que suelen encontrarse prácticamente a la vuelta de cada esquina.
Hercúlea tarea la de predecir cuán constante puedo ser con este blog, razón por la cual me abstengo de realizar declaraciones.
Bienvenidos a la temporada 2008 de arret. Have fun.
